domingo, 23 de diciembre de 2007

La indefensión cultural:un nuevo síndrome


En realidad el enemigo a batir es la Cultura. Entiéndase bien, no hablo de esa cultura que habita las universidades, las cátedras, los conservatorios, los museos, hablo de la cultura que está viva porque no ha sido desplazada al guetto donde los politicos desplazan a la Cultura movidos por el veneno del odio. Odio, si, ese es el resultado de ese espejismo progresista en el que creimos mientras fuimos jóvenes y que pudiera traducirse en esa elocuente frase: "el problema del mundo puede arreglarse con instrucción, todos a la escuela", entonces, mientras fomulábamos esa utopía no sabiamos que esa era la mejor manera de asegurarnos una aversión a la cultura por parte del Poder y por parte de los adoradores de ese poder. Porque la cultura es necesariamente inútil, ni siquiera es ornamental, la cultura no tiene valor, porque lo que vale para el capital y para los nuevos adoradores laicos, no es el conocimiento desnudo, sino la utilidad. La utilidad que puede comprarse y venderse.

"Yo lo que quiero es un buen empaquetador, una buena cajera", en eso hemos convertido a nuestros jóvenes a través de la educación gratuita y universal, en técnicos que empaquetan muy bien, pero no saben donde está el Danubio. Después de todo ¿para qué sirve saber donde está el Danubio? Efectivamente no sirve para nada, y de ahí su belleza, de ahi que la verdadera cultura no anide en los templos laicos donde se ofician los actos culturales sospechosamente financiados por los municipios, con esa aura administrativa, funcionarial, aburrida y casposa. Porque la cultura no sirve para ser trasmitida salvo en condiciones de iniciación, ni sirve para ser consumida por las multinacionales de la reposteria, la cultura solo sirve para dotar de sentido a la vida, de sentido al mundo, a un mundo cada vez más complejo y dificil de entender donde la mayor parte de la gente no sabe donde está el Danubio porque nunca estuvo allí ni cree que eso vaya con él que bastante tiene con pagar hipotecas diversas para consumir articulos distintos y cada vez mas ajenos a sus necesidades.

"Si nos cargamos la cultura y la neutralizamos en las universidades, los conservatorios, si logramos relegar la historia del conocimiento a los museos, donde estatuas y pinturas mudas nos observan, habremos logrado nuestros objetivos", es la voz que se oye en una lejana torre de Manhattan. En parte ya se ha conseguido, tenemos al Sapiens más inteligente que podiamos tener y tambien al más inculto, el conocimiento ha sido conservado en formol, en caspa administrativa, pero ¡ah!, aun queda el individuo, su camino individual, su busqueda privada, la literatura como molde de todo lo que puede ser dicho y ese bohemio se muestra evasivo, esquizoide, silente. El innombrable que acecha desde su despacho, un nuevo centauro, mitad hombre y mitad maquina internautica no se rinde y ha optado por el zoológico de la vida abandonando para siempre el convento. Está en el mundo ,sin estar en él, los dioses laicos, los dioses paganos y los dioses monoteistas le habitan y hablan por sus textos. Es un iluminado que va por libre y es tomado por loco.

Pero él sabe la verdad.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Bufanúvols (Fadrell),

pacojtraver's Business Files


De la suite sinfónica "Fadrell" de Francisco Traver

viernes, 14 de diciembre de 2007

¿Qué es la resiliencia?: un cuento

A los 4 años de edad J.J. Cole tenía a su padre en la cárcel y a su madre alcoholizada, de manera que su hogar no era propiamente un hogar sino un lugar de paso donde era atendido por una abuela probablemente catatónica y mutista que rodeó a su nieto de ciertos cuidados maternales aunque deprivado de palabras, gestos o expresividad emocional, un ambiente de crianza presidido por un vacío de estímulos significativos aunque no ausente de cierta afectividad. Silencios que se tornaban en gritos, discusiones y peleas durante la noche cuando su madre volvía a casa degradada por el consumo de alcohol y una vida de absoluta miseria. JJ Cole comenzó como todos los niños imaginativos o ensoñadores a tejer una historia sustitutiva acerca de un supuesto origen aristocrático. El no era en realidad hijo de sus padres sino de una familia muy rica de músicos de jazz que vivía al otro extremo de la ciudad, había atisbado que su madre hablaba alguna vez con aquella señora a la que por otra parte en ocasiones había servido en las tareas domesticas de limpieza. Ese ligero indicio dio a JJ Cole la malla de su mito fundacional, un mito que le ayudó a resistir las condiciones de su miserable vida y que contó a todos los amigos de su barrio que quisieron oírlo. Al mismo tiempo JJ. comenzó a tocar de oído el saxo de su padre, al que poco a poco comenzó a entresacar un sonido aceptable, siempre a escondidas porque su madre irritable y colérica no soportaba el sonido de ningún instrumento musical, en la calle y gracias a algunos músicos ambulantes JJ comenzó a perfeccionar su técnica musical y a aprender algunas ruedas y sucesiones rítmicas, sin embargo el saxo no consiguió apartarle de sus fantasías nocturnas y de sus relatos acerca de su origen que cada vez fue tejiendo con una mayor prolijidad de detalles y que difundía entre su vecindario.

Cuando contaba 9 años de edad su abuela murió y su madre desapareció del hogar abandonando a JJ a su suerte. Intervinieron los servicios sociales y llevaron al pequeño a una institución del Estado plagada de niños como él, huérfanos, aprendices de delincuentes, pero también de pequeños talentos musicales del jazz o del blues. Allí terminó JJ de pulir su técnica imitando a los niños mayores y tocando con otros instrumentos de banda de New Orleans, más tarde se enroló en la orquesta de su reformatorio y consiguió entablar amistad con un profesor que en cuanto le oyó tocar su saxo le preguntó:

- ¿Eso que tocas es "Take five"?

JJ no sabia el nombre de ninguno de los temas que tocaba en su saxo, pero el profesor si los conocía, de modo que no sólo le explicó a JJ qué es lo que estaba tocando sino también como tocar mejor, extrayendo nuevas sonoridades a tan elástico instrumento al que comparaba con la textura del melocotón. El profesor le trajo un día un melocotón, una fruta que jamás había probado, pero la intención del profesor no era que JJ se comiera el melocotón sino que lo tocara, cuando lo hubo hecho, le dijo:

- Así tienes que tocar el saxo, con esta textura, guardalo por unos días y luego te lo comes, los melocotones se pueden sustituir.

A partir de entonces JJ, ya tenía dos elementos en la realidad que coincidían con su deseo de brillo y de relieve social, sabia que el melocotón era un objeto significativo para él, una especie de mascota de buena suerte y sabía además tocar el saxo, naturalmente también podía contar con su amable profesor que fue el puente de resiliencia que apareció en el momento adecuado y en el lugar más inesperado para brindarle una herramienta para hacer realidad sus sueños.

Cuando JJ triunfó como saxofonista de jazz ya había abandonado su mito fundacional, no volvió a hablar de ello jamás y se había reconciliado con su padre y con su madre a los que no volvió a ver jamás pero a los que recordaba con cariño y sin muestra alguna de rencor.

En este cuento relatado por una persona que conoci en situación no clinica se ilustra la resiliencia y donde puede explorarse la función terapéutica del relato, que puede resumirse –según la tecnología PPR– en tres aspectos:

- P, hay un personaje, usualmente un niño traumatizado o herido, donde pueden incorporarse todas las variantes sutiles del sufrimiento humano, en este caso la deprivación o el vacío afectivo.

- P, hay un proyecto, es decir el niño tiene un plan para escapar de su situación de anonimato, desgracia o sufrimiento, en este caso el relato autobiográfico sustitutivo que es útil en tanto confiere al niño herido de una nueva identidad que le permite escapar a su ambiente de vacío y de privación.

- R, hay recursos en el medio ambiente que permiten escapar mejor de aquella situación, concretamente el saxo que orienta al individuo hacia otras formas de resiliencia, la creatividad. Pero el saxo por si sólo, ni toda la creatividad del mundo, no hubieran tenido el resultado que se obtuvo en este caso de no darse el concurso de un objeto transicional, el profesor, que brinda al niño sufriente a partir de un gesto banal, comparar el saxo con un melocotón vincular el mundo sensorial del niño con el oficio de saxofonista.

Asi sonaba el saxo de JJ Cole tocando "Take five" de Dave Brubeck.






miércoles, 5 de diciembre de 2007

El Sr Alzheimer y la hominización

La mayor parte de enfermedades suceden porque vivimos demasiado, es así de crudo y sin embargo muy fácil de entender, puesto que el ser humano no está adaptado, ni diseñado para vivir más allá de los 60 años. Para algunos autores y algunos profetas de la nueva era el proceso de envejecimiento no es algo naturalmente fatal, sino una especie de enfermedad que se debe al estrés oxidativo y que por supuesto se puede tratar como si fuera una enfermedad. Personalmente no me adhiero a esta teoría por una razón que procede del campo de la física: los sistemas abiertos tienden a la entropía positiva es decir hacia su destrucción, vivir cien años o doscientos no añadiría nada a este problema que es la vida, sino que representaría un problema añadido: depender de la medicina para sobrevivir de un modo permanente. Mi opinión va en la dirección de asegurar un buena calidad de vida y de muerte a las personas una vez que sus capacidades físicas y mentales ya no resulten dignas, algo que sucede inevitable, pero también gradualmente después del periodo reproductivo.

De todas las enfermedades mentales la enfermedad de Alzheimer (EA) representa a la más frecuente de todas las demencias y está relacionada con el proceso de envejecimiento. El proceso de envejecimiento acumula no sólo estrés oxidativo o insuficiencia en el flujo de sangre hacia el cerebro, sino también malformaciones genéticas sobreañadidas provocadas o no por el proceso de oxidación, se trata en cualquier caso de mutaciones no transmisibles porque suceden en un individuo que ya no puede reproducirse y no puede por tanto transmitir sus genes averiados a la siguiente generación. Estas malformaciones genéticas confluyen en una serie de elementos anatomopatológicos que se supone están en la base de dicha enfermedad, se trata de elementos relacionados con la insuficiencia del cerebro para regenerarse a si mismo: aparecen sobre todo unas estructuras llamadas ovillos neurofibrilares constituidos por agregados de proteínas tau hiperfosforiladas que provocan una distorsión en el citoesqueleto neuronal y el depósito de una sustancia llamada beta-amiloide constituida también por fragmentos de una proteína atípica. Estos elementos aparecen en todas las culturas y en todas las personas por encima de una determinada edad, con independencia de su alimentación y el grado de estrés ¿Es entonces inevitable la presencia del Alzheimer en la edad avanzada? ¿Existe alguna medida protectora?

Para empezar la EA es sin duda una enfermedad típicamente humana, ningún primate la puede sufrir, lo que resulta al menos sorprendente. A partir de esta evidencia los investigadores -otra vez- se han planteado si la EA es el precio a pagar por una vida demasiado larga y existen algunas evidencias de que así sea. Aunque la EA es una enfermedad multifactorial, la clave parece estar en una lipoproteina llamada ApoA, cuya finalidad es el transporte del colesterol. Se conocen tres polimorfismos de esta proteína en el ser humano y parece que la forma ApoA4 es la que se relaciona con la aparición de la enfermedad sobre todo si se da en un homozigoto, que tiene diez veces más probabilidad de padecerla que los heterozigotos para el mismo polimorfismo que solo tienen cuatro veces más probabilidad que cualquier otro alelo de la ApoA ( (Mayeux 1995). Estos alelos solo se manifiestan en edad avanzada, se trata pues de alelos cuya acción va a manifestarse de un modo retardado. Estos polimorfismos de la ApoA sólo se dan en el hombre y no están presentes en ningún simio, que como es sabido no llegan a sobrepasar los 60 años en ningún caso. Sin embargo en el hombre y por encima de 65 años ya pueden observarse ovillos neurofibrilares aislados y depósitos de beta-amiloide, incluso en un 10% de ellos podrán observarse antes de los 50 años, por contra solo un 10% de los sujetos mayores de 80 años no presentan las lesiones típicas de la EA (Ohm, 1995, Braak, 1997). Dicho de otro modo la EA es muy frecuente pero no un acompañante inexorable de la vejez.

Los argumentos anteriores significan que las variaciones de la ApoA no son causa suficiente para el desarrollo de una EA, lo que nos lleva a nuevas búsquedas que puedan explicar todo el desarrollo anatomopatológico y fisiopatológico de la EA. Pero la pregunta que debemos hacernos en clave evolutiva es ¿Tiene la EA algo que ver con nuestra mayor capacidad de memoria y mayor capacidad de simbolización? ¿Es la EA un tributo que pagamos por nuestra mayor longevidad?

Williams en 1957 publicó una teoría muy interesante que conocemos con el nombre de teoria pleiotrópica y que fue retomada por Martin en 2002 para adaptarla a los conocimientos actuales en genética: ambos postulan que determinados genes pueden representar una ventaja en una edad y una desventaja en otra, por ejemplo tener altas cifras de testosterona es ventajoso para un macho joven pero muy desventajoso para un macho viejo que tendrá más riesgo de padecer un cáncer de próstata. El gen que regula la absorción de calcio hacia el hueso es muy ventajoso para los jóvenes que tendrán huesos fuertes pero desventajoso para el viejo que seguirá absorbiendo calcio y depositándolo en lugares atípicos y propiciando la arteriosclerosis. No es baladí hablar de arteriosclerosis porque se sabe que existe una relación entre esta enfermedad, los accidentes cerebro-vasculares, los traumatismos craneoencefálicos y la EA, dicho de otro modo determinadas enfermedades sistémicas aceleran la progresión de las lesiones típicas de la EA. Significa que también con toda probabilidad existe una relación entre nuestra alimentación y la EA, pero por desgracia los estudios comparativos entre sociedades tradicionales y nuestra cultura occidental no han arrojado ningún dato relevante o definitivo: sabemos que la EA es menos frecuente en aquellas sociedades tradicionales pero también sabemos que en ellas casi nadie alcanza la edad suficiente para poder establecer grupos de comparación.

La EA afecta a varios sistemas cerebrales de neurotransmisión. El que parece implicado de un modo más claro es el sistema del glutamato a través del receptor NMDA, se trata de un sistema excitatorio que aparece implicado en un sinnúmero de conductas de tipo búsqueda (comida y sexo) propiciadas por un exceso de pulso dopaminérgico y que forma parte de un cluster que aparece tanto en los trastornos de personalidad como en las enfermedades degenerativas, incluso en la esquizofrenia. Todo parece indicar que este sistema es el eslabón final de una cadena de fallos propiciados por un exceso de estímulos y señales que provocan un estrés en las sinapsis a causa de la entrada masiva del calcio en la célula, esta hipótesis de la neurodegeneración es común tanto a las enfermedades propiamente neurodegenerativas como en las llamadas enfermedades del desarrollo, lo que nos lleva a plantearnos si existe algún nexo de unión entre la esquizofrenia y la EA. Kraepelin que acuñó el nombre de demencia precoz para la esquizofrenia suponía que esta enfermedad era una forma precoz de la EA y a lo mejor no andaba demasiado desencaminado. Otro sistema que se encuentra implicado es el de la acetilcolina, es decir el sistema del que se nutren los ensueños, sin embargo los inhibidores de la colinesterasa tipo Donepezilo o Memantina no han resuelto el problema del la EA aunque es evidente que han mejorado la clínica de nuestros pacientes y probablemente retrasan la evolución maligna de la enfermedad.

En conclusión, existen algunas evidencias de que la enfermedad de Alzheimer está ligada al envejecimiento y es probablemente un tributo que paga la especie humana a la longevidad. Del mismo modo que la esquizofrenia es una enfermedad humana vinculada a la aparición del lenguaje a través de algunos genes que tienen que ver con el desarrollo cerebral y la neuroplasticidad, también la EA es una enfermedad ligada al proceso de hominización. La ventaja de ser portador de estos genes habría que ir a buscarla a las conductas que se vinculan con ella en una edad temprana dado que el Sapiens no está diseñado para sobrevivir más allá de los sesenta años y aunque esta ventaja aún no ha sido identificada es seguro que tiene que ver con la capacidad del cerebro para regenerarse a si mismo dado que las lesiones del EA ocupan el mismo lugar donde aquellas proteínas neurotróficas se expresan: en el citoesqueleto neuroglial, es decir en la matriz de sostén del cerebro.

viernes, 23 de noviembre de 2007

El ombligo del sueño


No cabe duda de que el significado de los sueños sigue siendo una materia de interés para casi todo el mundo exceptuando a la ciencia que parece que ha pasado por encima de este asunto opacando todo lo que Freud investigó en "La interpretación de los sueños". Y debe ser por alemán, porque lo cierto es que eso que llamamos ciencia es un lobby de poder en manos anglosajonas como en la Roma Imperial toda la magistratura pertenecía al régimen de los césares. Los nacionalismos son los responsables de que la ciencia se haya atomizado, me refiero a la ciencia donde hay poco dinero que ganar como la psiquiatria porque las otras , esas que trafican con genes y embriones donde hay negocio forma parte de otros lobbyes y ahi no hay nacionalismo que valgan salvo el del dólar.
No es de extrañar pues que la investigación de los sueños haya pasado a convertirse en una especie de mitologia esóterica en la que ya sólo creen algunos iniciados y los psicoanalistas, aunque todo el mundo que detesta a Freud lo hace desde el desconocimiento pues casi nadie tiene valor de leerse su obra enterita y de esa ignorancia proceden gran parte de los prejuicios.
Freud escribió su obra maestra -la antes citada- en 1900 y si el lector tiene a bien leerla hoy, más de cien años después se encontrará con una obra fresca, lúcida que contiene no sólo una via de acceso al inconsciente y a la psicogénesis de los sintomás mentales sino sobre todo contiene una teoria sobre la mente, la única teoría que hasta el momento ha sido enunciada pues hasta el momento y descontando a la teoria psicoanalítica no tenemos aun -en pleno siglo XXI- una teoría que explique la conducta humana tanto normal como patológica y asi nos va de la mano de ese saber fragmentado que son las distintas versiones ateóricas del saber.
Freud descubrió las bases cientificas de la formación de los sueños que ya desde la antigüedad habian fascinado a los hombres cultos y a los distintos pensadores de lo humano, en síntesis Freud descubrió que los sueños representaban realizaciones de deseos.
Para que un sueño pueda soñarse es necesaria cierta sinergia entre un deseo preconsciente y un deseo inconsciente. En realidad estos deseos se encuentran como plegados unos dentro de otros como un fractal, hay una primera satisfacción, un primer placer satisfecho y de ahi nace el deseo de volverlo a gozar, la repetición, un intangible irreductible. El deseo es pues un recuerdo de una satisfacción y una persecución de la misma. Como los seres humanos pasamos por distintas etapas evolutivas estos recuerdos van enroscándose y enlazándose emoción contra representación y amontonándose en forma de recuerdos y de huellas de placer y dolor. Cuando algo nos impresiona del mundo externo lo pasamos a nuestra memoria que lo archiva asociativamente con algun recuerdo anterior, nuestro cerebro opera asi excepto con lo nuevo, con lo insólito, aquello que aun no ha sido nombrado, lo inefable no se computa de este modo siendo su excepción, el resto de las impresiones sensoriales del dia pasan a la memoria donde establecen asociaciones entre ellas y los recuerdos más antiguos. Cuando un recuerdo actual que ha pasado el umbral de intensidad necesario logra establecer un enlace con un recuerdo antiguo al que se une por relación semántica entonces se genera un sueño. La impresión diurna sola no podria provocar sueños, ni nuestro organismo se tomaria la molestia, la intensidad necesaria para que una impresión pase la barrera de la censura y del inconsciente solo puede proceder de aquellos complejos representacionales reprimidos que como una bomba de fusión poseen la suficiente energia para manifestarse en el contenido manifiesto.
De manera que un sueño es la alucinación de una idea-representación-emoción reprimida que además de eso se corresponde con un resto diurno que hace de vagón de enganche. En un sueño siempre hay dos deseos que se satisfacen, uno antiguo y otro actual.
Estos enlaces de enganche entre lo actual y lo antiguo es precisamente lo que persigue el análisis del sueño: recorre el camino hacia atrás persiguiendo el contenido latente, lo que el sueño persigue satisfacer. Perseguir estos enlaces no es tarea fácil y muchas veces es como buscar una aguja en un pajar puesto que estamos hablando de enlaces arboriformes, cada uno de los puntos se bifurcan en uno, dos o mas ramales y además un punto puede ser entrada y salida. Dicho de otro modo el sueño es como un fractal donde no importa el punto por el que empecemos siempre daremos con la figura entera en una u otra dimensión. El sueño y su significado es el mismo tanto si comenzamos por una dimensión o por otra. Y asi sucede hata que nos encontramos con el ombligo del sueño, una especie de nudo, un zurcido.
El nudo del sueño nos lleva a veces hacia una paradoja porque implica pensar lo humano en terminos freudianos ¿como puede un sueño de angustia representar una realización de deseos?
Claro, cuando hablamos de realización de deseos siempre pensamos en comer lo que nos apetece, beber lo que queramos o fornicar con ese alguien deseado secretamente, pero un deseo no siempre es algo agradable, un deseo tambien puede ser un deseo autopunitivo que satisface otra exigencia psiquica distinta al propio Yo. Lo humano impone asociar Eros y Tanatos y muchas veces nos vamos a encontrar con sueños donde se cumplirá aquella maxima de Lacan:

"Placer es lo que se añade a la vida pero goce es lo que se sustrae a la muerte"

Cuando damos con el ombligo del sueño estamos frente a frente con lo irreductible, lo ininterpretable, lo tanático o incognoscible.
Nos hemos dado de bruces con el deseo de muerte, la otra cara de la vida y a la que pretendemos evitar, sólo los sueños conservan su huella y nos recuerdan que los discursos asistenciales han caducado porque el sujeto humano es por definición ambivalente y que toda producción psiquica está sobredeterminada por el placer y por la necesidad de que el placer cese.

sábado, 10 de noviembre de 2007

¿Qué es un meme?

El concepto de meme (mime) se debe a Dawkins, un sociobiólogo más conocido por su labor divulgativa desde la aparición de su best seller. "El gen egoista", y que puede definirse como un replicante cultural en definitiva una metáfora del gen: ideas, cancioncillas, creencias, costumbres étnicas, etc. A diferencia de los genes no están contenidos en el patrimonio genético sino en el acervo cultural.

. Los memes en este sentido son genes culturales pero la cultura y la biología en el hombre son la misma cosa o al menos se hallan tan yuxtapuestas que no es difícil confundirlas entre sí. No podemos hacer una abstracción de la una a favor de la otra, ni podemos llegar a discriminar qué es una conducta genéticamente determinada de una sociogénesis cultural, de otro modo el hombre tendría las mismas enfermedades que los animales y no es así , aunque también puede enfermar por las mismas causas que aquellos el proceso de hominización y de simbolización añade una nueva dimensión al sufrimiento humano.

En realidad un meme es otra forma de replicación distinta a la reproducción sexual o asexual, es una replicación por mimetismo: de cerebro a cerebro, en lugar de cuerpo a cuerpo, una replicación que casi nunca es exacta como sucede en los genes ya que tropieza constantemente con la interpretación, modelado y "output" del receptor. No utiliza gametos sino la comunicación humana para su replicación, concretamente el lenguaje.

Susan Blakemore es la que más sabe de memética en el mundo, vale la pena leer este articulo suyo, publicado aqui.

Vale la pena tambien esta entrevista que le hizo Eduardo Punset en su casi clandestino programa "Redes". Puedes verlo pinchando aqui.

El lector para mejor comprensión de qué cosa es un meme tendrá necesariamente que ver este video y tratar de repetir el estribillo de la canción que propongo y compararla más tarde con el monólogo completo de Hamlet para entender la diferencia que existe entre un meme maligno y egoista con un meme benefactor para la humanidad tal y como propuso Shakespeare. Obsérvese no obstante que aunque el "aserejé" es fácil de decir y cantar, los cerebros individuales saturados de chorradas solo pueden retenerlo unas semanas o meses. Una cosa por la otra.

miércoles, 31 de octubre de 2007

La palabra sagrada

Las notas musicales, tomadas de una en una no significan nada, porque el cerebro (nuestro hemisferio izquierdo) está diseñado para reconocer patrones y no notas sueltas, sin embargo tomando las notas de una en una es posible hacerlas funcionar como un mantra, como una vibración (aksara), algo que se opone al Logos (palabra) y desposeerlas de su poder contextualizador, asociativo, es entonces cuando el cerebro izquierdo se amortigua y con él la capacidad reflexiva que nos impide apresar las grandes verdades que se ocultan tras lo incierto, lo impreciso, lo analógico.

Toda la música se basa en la repetición, sin repetición no habría evocación y por lo tanto sería dificil para el profano distinguir una melodia de otra, por eso las canciones populares tienen un estribillo que se repite al menos dos veces con distinta letra, esa repetición es la esencia misma de la música que se aprovecha de la capacidad del cerebro izquierdo para reconocer patrones. Algo más complejo es el caso del mantra de Hey Jude, de los Beatles, que se repite al final de la canción en aquel lalalalalalalala que se ha hecho famoso y que supone una ruptura canónica con la musica ligera, aqui los Beatles toman el mantra como principio de repetición y lo hacen al final de una canción que por otra parte tiene una estructura muy convencional.

Esta:





Pero el lenguaje convencional es fraudulento, engañoso y pocas personas saben que cuando hablan o piensan en realidad están rindiendo honores a la dramaturgia. Novalis lo dijo afirmando que "hablar por hablar es lo unico que podemos hacer de serio en la vida", se referia a las conversaciones banales, improvisadas, antiutilitarias, esas que mantenemos en la cafeteria o en la peluqueria. Hay más rigor ahi que en todos los discursos, comentarios, foros o conferencias, porque ahi está la simulación plenamente instalada y reconocida, no existe disociación entre el Yo que habla-piensa y el espectador que sonrie, o se muere de risa.

Dice Novalis:


"Causa sorpresa que la gente en virtud de un risible error crea que habla por las cosas mismas"


Efectivamente las cosas mismas no hablan, están mudas, porque es el ser consciente quien habla, quien recrea, quien entona o declama, el depositario del énfasis, de la silaba desde donde emanan el resto de sonidos que encadenados entre si tejen una trama con sentido, con sentido semántico, Fuera de la forma, fuera de la literatura no existe sino conversaciónes banales, pero tambien existe el aksara, la vibración sagrada, matriz de todas las formas, un silencio que opera como pantalla de los significados, de todos los significados, es por eso que el silencio es tan intolerable y es por eso que el silencio en ocasiones es mortifero como una arma cargada de infinitas intenciones, aquel que sólo habla y nunca escribió o calló, no terminó de meterse en el yugo que encadena los bueyes a las formas y es prisionero de la normalidad.

lunes, 22 de octubre de 2007

La agresión sexual: un enfoque evolutivo

La agresión sexual es una excepción en la naturaleza pero es muy frecuente en nuestra especie, la explicación de este fenómeno desde el punto de vista evolutivo es compleja, por una parte se ha señalado (Thornhill & Palmer, 2000) que la violación y la supervivencia de esta estrategia en nuestra especie actual se debe a que los hombres que adoptan esta conducta deben encontrar alguna ventaja en la misma, en el sentido de una mayor supervivencia de sus genes. Personalmente no creo en esta teoría, por la razón siguiente. La violación sólo puede definirse en la especie humana, dado que en el resto de las especies no existe una pulsión sexual disociada de la reproducción, las hembras son inaccesibles fuera del estro y cuando lo son no hay manera de definir claramente lo que es de lo que no es violación, ya he dicho que no hay sexo sin agresión.

Lorenz ha descrito en los gansos una conducta de violación que sucede cuando dos gansos forman una coalición de amistad: una coalición que desde el punto de vista territorial es muy potente, superior a la de cualquier pareja heterosexual. Este entramado de amistad llega a parecerse en casi todo a una unión homosexual, hasta que una hembra hace su aparición en escena y uno de los gansos "la viola", pasando poco después a formar parte de esa extraña coalición à trois. Lorenz interpretó este triángulo como una reorientación sexual de la pareja de "gansos homosexuales" incapaces de copular entre ellos, pero también puede ser interpretado como una forma de poliandria. Seguramente esta coalición à trois representa muchas ventajas para la hembra elegida ¿podemos entonces hablar de violación?

Si en la especie humana la violación fuera una estrategia copulatoria evolutivamente estable en el sentido de Trivers sería la regla y no la excepción, dado que los machos podrían así eludir el pago o el costo de sus cópulas, por no hablar de sus compromisos de nursing. Además podría haberse inventado inmediatamente una contraestrategia evolutiva que sería incluso mejor: las hembras podrían dejarse violar, con lo que los genes de los violadores se extinguirían a favor de las hembras "que quieren ser violadas". Ninguna de las dos cosas ha sucedido, y aunque las fantasías de violación son constantes en las hembras humanas, no resulta así en sus conductas prácticas de donde puede deducirse que violar hembras no es una estrategia evolutivamente estable, lo mismo sucede con el canibalismo que es una estrategia alimentaria prácticamente extinguida.

El problema a mi juicio depende de la misma definición de la palabra violación, que supone una conducta copulatoria forzada contra la voluntad de la hembra, una definición más cercana al mundo jurídico que al biológico. ¿Qué podría significar en el paleolítico cuando aun no existía el derecho a la libertad sexual, copular contra la voluntad de la hembra? No me es posible imaginar qué sentido tendría en el paleolítico este constructo; en medio de una horda primigenia la conducta que hoy llamamos violación. Lo que quiero decir es que en aquella época casi todos los coitos podrían ser considerados así observados con los ojos del hombre de hoy, en tanto que las relaciones sexuales están y con más razón debieron estar casi siempre presididas por las relaciones de rango y dominancia. Es muy poco probable que los machos pidieran permiso a las hembras para copular y es también dudoso que estas se sintieran forzadas en un mundo donde otras amenazas y carencias estaban en primer plano y donde el coito debió ser el pago con que las hembras subordinadas compensaban sus aportes alimentarios, el cobijo y la protección de sí mismas o sus crías. Si el sexo forzado acabó evolucionando hacia el sexo consensuado e incluso hacia la monogamia es porque aquella estrategia no era lo suficientemente buena y podía mejorarse.

La fusión entre ambos programas - dominancia y reproducción - con la necesaria regresión filogenética es lo que probablemente sucede en el violador actual, aunque es necesario contemplar otras circunstancias.

Entre los agresores sexuales se ha señalado (Malamuth 1996), la deprivación sexual como un factor causal de la agresión. Los hombres prefieren mayoritariamente las relaciones sexuales a corto plazo y es precisamente en ese terreno donde tienen problemas de agresión con sus parejas quizá debido a que sus estrategias de preferencia (el corto plazo) les lleva a sufrir dificultades periódicas en el acceso sexual, al que las mujeres por lo general no acceden fácilmente. Otros por el contrario no tienen problemas en encontrar parejas eventuales pero si los presentan a la hora de retener a sus parejas que sólo consiguen mediante la intimidación. Todo parece indicar que las estrategias a corto y a largo plazo en la seducción de parejas difieren en relación con el sexo y se trata de un programa genético distinto a la retención de la pareja a largo plazo y que identifica dos grupos distintos de machos maltratadores

Ambos patrones parecen corresponderse con dos dimensiones de la personalidad entre los hombres: al primero le llamaremos modo indiferenciado, se caracteriza por el énfasis que realizan en su búsqueda de contactos sexuales a fin de mantener su autoestima y la medida de éxito con sus pares, al segundo le llamaremos hostil, combina inseguridad, hipersensibilidad y un placer en dominar sobre todo a las mujeres. Los dos modelos, sobre todo el segundo tienden a acumular decepciones y una historia de rechazos por parte de las mujeres en el corto plazo. Los hombres que acumulan este tipo de percepciones de humillaciones y manipulaciones en su historia relacional con mujeres tienen mas riesgo de resultar agresivos con ellas dado que han llegado a inhibir la empatía y la simpatía necesarias que son los afectos que inhiben la agresión en el ser humano.

Al margen de la teoría de la deprivación, se ha intentado explicar la agresión sexual desde la teoría del rango (Price 1967) Para reproducirse el hombre tiene que competir con otros machos para ganarse el derecho al sexo. ¿Es posible entender que los violadores sean precisamente los perdedores en esta competencia entre machos?. En mi opinión es muy posible especular que son aquellos que han caído en lo más bajo de la jerarquía social a través de su incompetencia con otros machos, los que reorientan su agresión intrasexual hacia los más débiles sean hembras o niños. Se ha especulado (Eibl-Eibesfeldt, 1990) que también en la pedofilia y en ciertas practicas sadomasoquistas lo que se persigue es la fusión entre los programas de rango y sexualidad tratando de recuperar con las víctimas lo que se perdió en la competencia con otros machos a partir del arousal o excitación que procede de las relaciones de rango, superioridad o autoridad

En este sentido, pues, la agresión sexual sería el resultado de una reorientación de la agresión, en un sentido menos social y caballeroso que los pececillos de Lorenz, en un sentido más humano y deshumanizado: una agresión que va del macho a la hembra, del fuerte al débil, del poderoso al necesitado.

A menudo nos olvidamos de que la sexualidad humana sea reproductiva o no, está presidida por una serie de rituales reptilianos relacionados con el rango y la jerarquía, quizá las sociedades civilizadas hayan blanqueado de tan forma las reglas del juego que las hagan irreconocibles para determinados individuos que no saben a qué atenerse con respecto al acceso a las hembras, confundidos de tal manera determinadas personas pueden hacer regresiones a situaciones filogenéticas donde el sexo sólo puede ser entendido como algo forzado. Este tipo de confusión y frecuentes desencuentros se deben a dos factores: el primero es que el número de mujeres disponibles en el corto plazo es sensiblemente menor que el de varones por lo que las oportunidades de tener éxito es mayor para las mujeres, el segundo argumento es que se producen interferencias entre las estrategias de los hombres y las mujeres, según busquen parejas para el corto o el largo plazo, significa que la estrategia del uno interfiere en la estrategia del otro, y da como resultado una decepción, humillación y el consiguiente rencor (Buss 1999)

El acceso a las hembras en nuestras sociedades opulentas parece estar presidido por una serie de reglas secretas que casi todo el mundo respeta y conoce intuitivamente aunque casi todo el mundo niega u oculta. Buss las agrupó en 1994 a partir de un análisis transcultural de las preferencias en la elección de pareja:

1.- Las hembras humanas resultan atraídas por el estatus social de los hombres (con alguna divergencia entre si el flirt es a corto plazo o a largo plazo (Buss 1988) y la superior edad (Grammer 1995). Estas preferencias no tienen relevancia en la elección sexual de pareja de los hombres

2.- Los hombres buscan relaciones con parejas anónimas, desconocidas mientras que las hembras entienden que los machos desconocidos son una amenaza en el corto plazo (Lewis et alt 1995) .Tanto en el corto como en el largo plazo los hombres buscan mujeres jóvenes y sumisas (citado por Mc Guire y Troisi, op cit)

3.- Las mujeres hacen continuamente balance entre su tarea reproductiva y sus labores de nursing cuando eligen pareja con independencia de que hoy la reproducción sea electiva, la elección de la mujer viene dictada por la presión evolutiva de sus programas genéticos y por tanto su elección de pareja viene determinada a partir de esa presión selectiva. El número disponible de mujeres que buscan relaciones sexuales a corto plazo es sensiblemente menor que el de los hombres. Si a eso añadimos que los hombres de mayor rango acaparan dos o más mujeres, significa que existen muchos hombres que no consiguen mantener relaciones a corto plazo con ninguna mujer.

4.- El hombre, tiene que disponer de un cierto “patrimonio” para hacer frente al pago o costo que la mujer le exigirá antes de confirmarle como pareja o acceder al coito con él. Hacer regalos, proporcionar comida, la destreza en construir nidos o excavar una buena madriguera son las demostraciones que los machos, en toda la escala animal deben de acometer antes de ganarse el derecho a reproducirse.

Todas estas reglas enunciadas pueden resumirse, en nuestra especie a una regla fundamental: sólo la mujer sabe cuando o a qué precio cederá (Bataille, 2000). El hombre no puede hacer nada sino competir con el resto de los machos acumulando bienes, destrezas, habilidades de seducción que muy a menudo son engaños, o rango social que por si mismo resulte un buen reclamo para las mujeres, y eso es lo que hacen , la mayoría de ellos con mayor o menor éxito y criterio.

Otros, más confusos optan por el recurso de la dominancia y es ahí precisamente donde se encuentran la gran mayoría de agresores sexuales, tanto en el corto como en el largo plazo, aunque existen dos motivaciones bien diferentes. El agresor sexual a corto plazo, aquel que tiene problemas para seducir a una pareja sexual opera por rencor, mientras que el agresor a largo plazo, es decir aquel que tiene problemas para retener a su pareja lo hace por celos. El recurso a la intimidación que podemos contemplar en las relaciones de rivalidad agonística entre machos es precisamente el recurso que algunas personas utilizan para el control de la conducta de sus esposas o parejas sexuales. Este patrón que ha sido señalado repetidamente por distintos autores da cuenta de la universalidad de este tipo de reacción aventurándose (Wilson y Daly 1982) a especular que es precisamente la incertidumbre del macho respecto a su progenie la causa última, en el largo plazo, de este desesperado intento por controlar la conducta del partenaire, así como la causa de los celos que según los autores señalados son los responsables de la mayor parte de las agresiones sexuales en parejas institucionalizadas, una amenaza que es posible predecir a partir de ciertos parámetros culturales como son: la edad de la mujer, el índice de divorcios o el grado de independencia de la mujer.

Aparte de la ausencia de depredadores nuestra especie se encuentra con otro problema adicional y es que los rituales - programas genéticos- que gobiernan nuestras relaciones con los demás se han visto sometidos a cambios culturales que han terminado por dejar el escenario de nuestras posibilidades con respecto a la agresión más vacío que la nevera de un soltero, ya he hablado de la posible reorientación que afecta a la agresión intrasexual entre machos en dirección hacia las hembras.

En ausencia de esos rituales inhibidores que podrían socializar la agresión individual el hombre no puede sino manejarla con sus propios medios intrapsíquicos, puede reprimirla, desplazarla o transformarla en categorías opuestas o, si todo fracasa efectuar regresiones puntuales, es decir retrotraerse a escenarios filogenéticos más antiguos, a fin de evacuar su agresión, bien proceda del miedo, del odio o como es más frecuente en el hombre moderno de la desesperación, una forma de agresión que procede de la confusión y la perplejidad, de no saber cuales son las reglas que gobiernan el acceso a las mujeres.

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martes, 16 de octubre de 2007

¿Existen los tios buenos?


Antes -cuando yo era joven- solo las mujeres merecían el calificativo de "tia buena", asi se acuñó el neologismo tiabuena, en el que se clasificaban a aquellas mujeres que tenian un cuerpo imponente por más que su cara no estuviera adornada por la mayor de las bellezas, eramos tolerantes con las caras por asi decir. De este modo cualquier mujer podia adherirse a este rótulo de tiabuena que no se sabía muy bien qué es lo que significaba si bien todos los albañiles del mundo pudieron en su momento y a través de una subjetividad proletaria incluir en ellas a todas las mujeres con excepción de su santa esposa, claro. Efectivamente, en un momento dado de la historia de España todas las tias estaban buenas y no como ahora que son simplemente chicas monas que antes nos parecian monumentos. El feminismo ha ido en contra de los albañiles como es natural pero tambien contra el natural de las mujeres que son todas bellas de por sí, pues la Belleza es femenina como el Deseo es masculino, diré más: ellas son más bellas que ellos que son todos -somos- horrorosos y si no me creen que me lo pregunten a mi que he salido del armario hace mucho tiempo y soy "hetero", es decir que soy como un albañil siendo como soy un ilustrado.
Ahora ellas se han dejado engatusar por el discurso de la igualdad y llaman tiosbuenos a cualquier cosa en calzoncillos que lleve músculos y con ello han terminado por quitarse de enmedio en su valor más universal extendiéndolo a los albañiles que de tanto creérselo han dejado de piropearlas y ellas al parecer se conforman solo con ser chicas monas o al menos de sacar buenas notas que es asi como ellas tienden a competir con los albañiles que otrora les lanzaban arrumacos cuando pasaban por la calle.
Y para demostrar que es cierto lo que digo Calvin Klein ha lanzado esta campaña de calzoncillos donde se demuestra que la belleza que otrora fagocitaron las mujeres por derecho propio está ahora en manos de la metrosexualidad. ¡Viva la igualdad!
¿Qué haremos ahora para ser diferentes?

jueves, 4 de octubre de 2007

El ágora y la arena

Parece tratarse de una constante etológica: los machos compiten entre si por copular con todas las hembras que les sea posible. Y lo hacen siguiendo rituales complicados y periódicos relacionados con el estro de las hembras, lo hacen a través de paradas.

Una parada es aquella parte del territorio destinada al apareamiento, no se trata de un lugar físico y común para todas las especies, es probablemente más un hito temporal que un espacio. La parada se efectúa para el lucimiento- demostración de los machos a fin de ganarse la cópula con un buen número de hembras. Para ello se disponen en el centro de la manada, un orden cerrado que nos recuerda a una parada militar, la arena, el lugar de la demostración y el desafío, mientras las hembras contemplan las peleas a distancia con disimulado interés y los machos adolescentes quedan en la periferia del rebaño, el ágora. Contrariamente a lo que sucede en las especies donde las hembras eligen a sus parejas, podemos afirmar que el ritual de la arena sólo es posible ser observado en aquellas especies donde es el macho el que elige, el vencedor.

Quien haya ido a una discoteca con ánimo etológico habrá caído en la cuenta de hasta qué punto los seres humanos en determinados lugares nos comportamos como rebaños de ñus. Quizá los más sagaces hayan observado como el centro (la pista de baile) es ocupada, después de vencer ciertas timideces iniciales por los más demostrativos de los individuos, mientras los más tímidos permanecen en la barra (el ágora) observando a los bailarines y escrutando sus intenciones de apareamiento. Con excepción de las peleas (que a veces también pueden darse en esos lugares) todo está dispuesto para la parada, con una salvedad: a diferencia de los ñus, son las hembras humanas las que se exhiben en el centro, mientras los machos permanecen a la expectativa. Esta diferencia me parece pertinente ahora obviarla en tanto que mi argumento va en la dirección de señalar que en los animales la competencia entre machos es decisiva para reproducirse, dado que el establecimiento demostrativo de un determinado rango/territorio es absolutamente necesario para que un macho sea elegido por un puñado de hembras para prestarle sus favores sexuales. Por más sutiles que podamos resultar los humanos podemos concluir que tanto en los animales como en nosotros, el alarde tiene como finalidad no sólo la seducción de las hembras, sino también la de espantar al resto de los machos, dado que los machos- conviene no olvidarlo- compiten por todas las hembras contra todos los machos.

Seducción y alarde se contrabalancean en cualquier parada sexual, dando oportunidades a los teóricamente más fuertes o a las más pizpiretas y seductoras.

Alardes de trote, de vuelo, de plumaje, de graznidos o de danzas en ellos y seducción mediada por la huida, la retirada o el aplazamiento en ellas, establecen un ritual poderoso que opera como juegos precopulatorios, necesarios tanto para ellas - comprobar la destreza del macho- como para ellos: comprobar la disponibilidad sexual de la hembra o que no está embarazada, un error que podría llevarle - al macho- según en qué especie a cargar con los hijos de otro macho (Dawkins 2000) y lo peor: cargar con una hembra no disponible sexualmente.

Estos alardes intimidatorios alejan a aquellos individuos tímidos que no se sienten en condiciones de competir: bien porque prefieren esperar una oportunidad mejor, bien porque no se encuentran maduros para el sexo en su dimensión mas competitiva, bien porque son demasiado miedosos. Algunas veces se han interpretado estas conductas en clave altruista: algunos individuos prefieren cuidar de la prole ajena y renuncian a reproducirse. Personalmente no creo demasiado en esta teoría, sino que creo más bien que la reproducción en la naturaleza es un premio que la evolución concede a los más dotados que en su constante alardeo de fuerza y seguridad logran espantar al resto de sus potenciales competidores al ágora, a un lugar alejado del centro, donde permanecerán durante toda la marcha de la manada a través de la sabana, resultando una presa fácil para cualquier depredador. Se trata de la carne de cañón de las manadas.

Ser vencido es pues peor que no competir, dado que nadie puede saber cuales son las potencialidades del macho tímido que no pelea o alardea y se mantiene a la expectativa. Todo individuo se manifestará en relación con su programa cerebral de apareamiento, un programa que muchas veces aconseja esperar a adquirir determinadas destrezas en la pelea o un tamaño que por si mismo pueda resultar amenazante. En otras ocasiones asumir el riesgo de sufrir daños puede ser la estrategia mejor para quedarse con los bienes del macho dominante. En otras, la prudencia aconsejará esperar a que otro tome la iniciativa por sí mismo y quedar al acecho para el reparto del botín.

Apaciguar a un macho dominante puede parecerse mucho a una conducta homosexual y de hecho muchos machos de diversas especies lo hacen: la sumisión desactiva la agresividad "paranoide" de los machos dominantes tanto si es ejercida por una hembra u otro macho. En ocasiones, el macho dominante no tiene forma de conocer el sexo de su congénere, al que acabará reconociendo precisamente por su cualidad sumisa como una hembra, lo que inmediatamente desactivará su agresión (Lorenz 1971). En situaciones de cautividad o de escasez de hembras pueden verse conductas similares a las homosexuales, sobre todo en el nivel demostrativo que no terminan en coito sino que constituyen una especie de simulacro. Otras veces el vinculo amistoso entre dos machos puede reportarles a ambos beneficios en el rango social, una amistad que muchas veces podemos confundir con homosexualidad. Lorenz ha descrito en gansos amistades inseparables que intentan copular sin éxito, pero que aun así, tal imposibilidad no termina con la amistad previa e incluso tiene evolutivamente hablando algunas ventajas: una pareja de machos siempre prevalecerá sobre cualquier pareja heterosexual siempre y cuando no renuncien a reproducirse, asi entre los gansos no son excepcionales los triángulos de dos machos y una hembra.

lunes, 1 de octubre de 2007

Maldad antigua, maldad moderna

La maldad no es una entidad clinica sino moral y conviene no confundirlas. Cómo siempre sucede con las entidades morales siempre proceden de otro, es el otro el que adjudica ese "valor" a alguien, en realidad ningun malo se reconoce como tal a no ser que sea un neurótico como los de antes o un psicotico melancólico. Los neuróticos de antes se sentían culpables como Woody Allen incluso por faltas que nunca cometieron: fueron quizá victimas o simples espectadores forzados pero daba igual, porque ellos se sentían responsables de los demás. Pero eso era antes porque ahora la gente ya no se siente culpable de nada y por varias razones, la principal de estas razones es porque ya nadie es educado con el peso de la falta sino del derecho a cualquier cosa, podriamos decir que lo que falla es nuestra cultura es la ley del padre, pero para abreviarlo más diré que Woody Allen fué educado bajo el peso de una estricta ley y que ahora esa ley no escrita ha desaparecido o al menos se ha debilitado.
La modernidad ha consistido en enfrentarse y aniquilar estas leyes patriarcales que siempre gozaron de mala fama. Alguien decidió que la mejor manera de ser felices era oponerse a esas leyes y no tener ni saberse culpable de nada, el combate contra la modernidad ha consistido pues es una atmósfera de irresponsabilidad, de alejamiento de cualquier culpabilidad subjetiva. Esta desculpabilización se defiende en múltiples espacios de la postmodernidad, incluso en revistas banales de moda y cosmética hay espacios que animan a que la gente se "libere" de la culpa al tiempo que mejora la autoestima, para muchos psicólogos positivistas la gente sería más feliz si se liberara de las culpas atávicas que siempre proceden -claro está- de la represión del goce sexual, algo que se consigue mediante el conocido proceso de "aprender a decir no", de la asertividad como se dice ahora.
Lo que no saben esos exégetas de la libertad de conciencia es que detrás de la culpa hay un monstruo mucho peor, el monstruo de la angustia, es decir que si no somos capaces de sentir culpa por lo que hicimos o pudimos hacer en el pasado estamos condenados a sentir angustia por lo que podemos hacer o hacemos en el presente, nos convertimos asi por arte de magia en personas angustiadas perpetuamente por nuestros goces actuales. De manera que Kierkegaard en parte tenia razón y el que liquidó el pecado inventó la angustia que es un no saber, un no conocer, un no querer saber, una especie de tomatina psiquica.
El sintoma antiguo - el sintoma de Woody Allen- era un conflicto entre la pulsión y el Superyó, pero el sintoma actual -una vez licenciado el Superyó- es un conflicto entre la pulsión y la realidad. Al liberarse todas las virtualidades del deseo el sujeto queda apresado en la paradoja de que debe enfrentarse por sus propios medios a esa instancia de la realidad que es una playa de vacaciones donde cualquier goce no sólo es posible sino legítimo. El individuo con un Superyó debilitado por la complaciente educación carece de los suficientes mecanismos de sublimación con lo que queda atrapado entre su albedrio y ese límite que solo está en la realidad pero que carece de franquicias en su interior.
Es por eso que la gente parece más mala ahora que cuando entonces Woody Allen era joven, no es que ahora seamos más agresivos, es que carecemos de ese colchón de seguridad que era el Superyó, lo imaginario y la represión. Confrontados con la realidad de que cualquier goce es admisible el ser humano postmoderno cae preso en la trampa que los movimientos de liberación que sucesivamente han socavado esa vulnerable instancia que hace que el hombre se controle a si mismo.
Por eso paracemos más malos pero lo que estamos en realidad es más confundidos, alienados y desesperados pidiendo a gritos que alguien se haga cargo de nuestra vida.
Y corremos el riesgo de que cada vez más el Estado intervenga en nuestra vida, de momento no nos dejan fumar más que en en la calle.

martes, 25 de septiembre de 2007

Comer,vincularse, decir

Comer es un acontecimiento social, no simplemente una pulsión biológica que satisfacemos hasta la saciedad para volver a satisfacerla más tarde cuando volvemos a sentir hambre. Comer es un acto socializado presidido por horarios, ritmos, costumbres y rituales. Comer es cultura, comemos para alguien y comemos en un lugar donde alguien oficia para nosotros una ceremonia cultural. Sin embargo, los trastornos alimentarios que presentan nuestras adolescentes difieren de los caprichos alimentarios que muchas veces observamos en los niños pequeños en el trasiego de un vínculo ansioso con sus madres: aquí lo que es posible observar es la escenificación de una relación de dominio; el bebé o el niño pequeño pueden llegar a tiranizar a su madre mediante el hecho de comer, negarse a comer o poner sus condiciones a la comida, con sus estereotipias y gustos bizarros; y del mismo modo las madres pueden cebar a sus hijos a falta de algo mejor que ofrecerles (o –más infrecuentemente– dejarles morir de hambre), con lo que no obtienen sino rechazo y miedos relacionados con la comida. En los adolescentes, sin embargo, el vínculo original con la madre ha perdido importancia en favor de los vínculos sociales con los iguales y la niña ha alcanzado una cierta independencia de su madre. La mayor parte de trastornos alimentarios se presentan en niñas en edad escolar, hacia los 13-18 años; estamos hablando pues de un segmento de población donde lo importante, lo que se está escenificando, no es ya el vínculo primitivo con la madre: lo que se está negociando es desde qué lugar y hacia dónde ese vínculo-puente se dirigirá en el futuro. Esta es la razón por la que la mayor parte de los trastornos alimentarios comienzan con una dieta que se emprende después de un choque emocional, un desengaño amoroso, una decepción sentimental, una pérdida significativa, un cambio de domicilio o de colegio o la traición por parte de una amiga.

La adolescencia es una presión ambiental para el cambio, cuya característica principal en el mundo de hoy es que es cada vez más precoz y simultáneamente más larga y complicada. Nuestros adolescentes de hoy viven adolescencias extendidas provocadas por la necesidad de adquirir más conocimientos, por la presión de un mundo laboral cada vez más competitivo y también porque la escolarización obligatoria ha propiciado un retraso obligado en algunos niños en su incorporación a la vida adulta. Además no hay que olvidar un factor social de enorme importancia: los niños y los adolescentes han pasado de ser adultos en miniatura a ser un segmento de mercado importante para los mercaderes y politicamente también portadores de derechos por sí mismos; significa que la presión por seguir siendo adolescente es similar a la precipitación con que los niños abandonan su ingenuidad natural infantil para introducirse de lleno en la vorágine de la adolescencia, una época presidida por la exploración y por la cata de las primeras rivalidades y obligatorias decepciones aún en aquellos que gozaron de vínculos seguros durante su infancia.

La pregunta retórica: ¿qué es lo que hace a los adolescentes de hoy ser tan vulnerables? no hay que ir a buscarla en la genética o en la crianza sino en la cultura. Una cultura que ha introducido un cambio fundamental en las reglas del juego que regulan las interacciones entre individuos y que es ésta: los adolescentes de hoy han sustituido a sus figuras de apego –sus padres y familia extendida– por sus iguales de un modo precoz, sin la necesaria preparación ni solidificación del vínculo anterior; han sido impulsados a construir otro tipo de vínculos, tomando prestados sus materiales de los originales y estableciendo nuevos nudos con figuras de su entorno que son a su vez sus iguales y sus rivales; en el mejor de los casos el amor y la aceptación sin condiciones parentales han sido sustituidas por la fascinación de lo idéntico y la admisión condicional si se cumplen las reglas del grupo; esta es la razón por la que hoy ser distinto se vive como un estigma cuyas consecuencias son irreparables para el adolescente, la aceptación de los similares requiere uniformidad y consenso.

Para un adolescente actual es más importante la opinión que tienen sus compañeros de clase que la de sus propios padres o profesores. Más aún: es vital hacerse con un lugar en el grupo, un lugar de prestigio social; en él habrá que alcanzar las victorias individuales y la promoción afectiva y sentimental. Los padres ya no son los estereotipos a los que hay que emular a fin de adquirir una identidad desgajada del común sino a los iguales, los padres se han quedado sin el papel tradicional que les otorgaba el ser figuras de la identificación de sus hijos que ha pasado de mano en mano hasta llegar a la escuela y a forjarse en un ambiente de mayor competitividad con los compañeros donde no es posible esperar tanto nepotismo y dedicación como en el seno de la familia original.

Lo realmente interesante desde el punto de vista simbólico es que comer, vincularse y hablar son tareas que se hacen con la boca: la palabra (Logos) es entonces un sustituto de la alimentación que presidió los primitivos intercambios entre madre e hijo. Sin hablar, sin expresión verbal, un niño no podrá vincularse con sus iguales. La boca es el orificio que articula la vida precisamente a causa de la respiración, posteriormente la socialización, que se logra a través de la comida, y después a través de la palabra que desplaza la necesidad primitiva de alimentarse por otra más abstracta de hacerse entender. La transformación que hace del vínculo el adolescente es precisamente esta: desplaza sus necesidades nutritivas-orales hacia la necesidad de sentirse miembro de un grupo de iguales.



[1] Logos significa palabra, pero tambien racional y proporción justa.

martes, 18 de septiembre de 2007

Mito y relaciones con la divinidad

El mito es como un mapa que señala el camino, un mapa de la vida y sus conflictos y obstáculos y lo hace con frecuencia hablando de nuestros orígenes, no se ocupa de un Yo individual y mucho menos de un Yo vulgar o intrascendente, habla del sino de la propia Humanidad tomada en su conjunto y de su destino y lo hace “desde un tiempo aquel” en que ni la historia, ni el tiempo cronológico ni sus instrumentos de transmisión se habían establecido o desarrollado. El mito no responde a preguntas del tipo del por qué o del cómo sino desde dónde (Kerenyi, 1994), habla pues de lo ancestral, lo primigenio, del origen, de la memoria de nuestra especie antes de que hubiera propiamente memoria histórica; el mito en este sentido es un precursor del relato íntimo individual y nos está hablando de los hallazgos de los primeros planos de subjetividad que los humanos desarrollamos en nuestro trasiego con el mundo.

La mitología se explica por si misma y explica todo lo que en el mundo es, no porque se haya inventado para proporcionar explicaciones sino porque tiene la cualidad de ser explicativa (Kerenyi 1994)

Así los mitos suelen hablar de la creación del mundo y de sagas y luchas de dioses, de aventuras de héroes trasnochados y de pérdidas, desgracias familiares, abusos sexuales, torturas y castigos a los que osaron transgredir determinados limites, los mitos no cuentan la historia de una persona corriente sino usualmente de un héroe, de un semidios dotado de una persistencia, fuerza y voluntad superiores a la de las personas comunes, usualmente un camino o viaje estereotipado:

El viaje del heroe segun Campbell

El mito tiene pues un propósito indicativo y fundacional de la historia individual al señalar nuestros orígenes y un propósito normativo que dibuja los limites y las consecuencias de la transgresión, pero también los efectos secundarios de la gesta: la recompensa que usualmente es una ganancia de conocimiento, prosperidad o felicidad. En definitiva el mito tiene un propósito moral o aleccionador, es además noético, sirve al plan o propósito del conocimiento en estado puro, allí donde cualquier conocimiento es imposible y representa un estadio –el más rudimentario– de la conciencia humana, propone determinados recursos a sus héroes y heroínas, y metafóricamente da a entender que los dilemas con que se enfrentan los protagonistas pueden llegarse a resolver aunque aparezcan casi siempre teñidos de fatalidad, una fatalidad que se señala –como en la tragedia– para que no suceda en la realidad, como una advertencia. Quizá por esta razón la mayor parte de los mitos no tienen un final feliz, su propósito de señalización es a veces la parte trágica que no vamos a encontrar en el cuento con intención terapéutica.El cuento por el contrario tiene un propósito aleccionador y desvela las dificultades de individuos comunes con tragedias particulares y reconocibles. Sus peripecias no son pues como en el mito, un señalamiento de la parte trágica que es necesario evitar; al contrario, el cuento lo que propone es que el individuo desgraciado encuentre guías de resiliencia para salir al paso de las dificultades, casi siempre el cuento tiene pues un final feliz, o al menos un final ambiguo, evitando en todo momento el desenlace trágico del mito.

Los humanos contamos historias, nos las contamos y se las contamos a otros. Estas historias tienen una enorme importancia porque señalan aquellas asociaciones, aquellos condicionamientos que cada Yo ha tenido que sortear en su vida. De esa narrativa individual que construyen los pacientes podemos extraer - de forma hermeneutica- las conclusiones acerca del malestar que presentan. Casi nadie es demasiado consciente de que su narrativa está condicionada por su experiencia, pues una de las condiciones del pensamiento mecánico es precisamente la pretensión de originalidad, la sensación de tener razón, la vivencia personal de inevitabilidad. Casi nadie es capaz de intuir al libre albedrio detrás de una opción u otra y casi todo el mundo parece creer en la fatalidad, en la buena o mala suerte, en el azar. Pero todos construyen una narrativa autojustificadora, no es de extrañar porque la finalidad de cualquier narrativa es aumentar el espacio de seguridad de la mente propia aun a costa del sufrimiento.
En este sentido la narrativa individual es la heredera del mito, más que eso es un subproducto del mismo. Los mecanismos que mantienen al sujeto prisionero en su narrativa son los mismos que le hacen prisionero en su existencia: se trata de la adherencia a un relato mecánico, estereotipado, trufado de creencias, de errores cognitivos y de generalizaciones, de ideas sobrevaloradas y de autoengaños: de mitos individuales paralelos a los grandes temas de los que se habla en la mitografia: la madre y su hijo perdido (Demeter), el deseo de construirse una mujer ideal (Pigmalion), el padre terrible o el padre celoso (Cronos), el hijo en busca del principio masculino (Edipo o Parsifal), la hija mancillada (Persefone), la mujer bella sin pretendientes (Psiqué), la mujer engañada por los hombres (Ariadna), el hombre que abandona a su mujer maga (Jason), la hija del padre (Atenea), la madre celosa (Hera), el hijo preferido (Zeus), las desavenencias entre hermanos (José). Se trata de los grandes temas de la Humanidad en su conjunto los que se encuentran vigentes en la memoria de los hombres actuales y no es de extrañar porque la memoria no es sólo la memoria individual sino la memoria colectiva, del periplo de nuestra especie a través de las sucesivas subjetividades inventadas por los humanos.
Una caracteristica del Sapiens es su tendencia a arrancar nuevas subjetividades del comun de la colectividad a la que pertenece, el hombre es un arquitecto de simbolos y como en el caso de Lucy estas mutaciones evolutivas no aparecen en toda la especie al mismo tiempo, hoy sabemos que las modificaciones del genoma se producen en los individuos puntuales y no en las colectividades, si esas modificaciones son ventajosas se transmiten al resto de la población y si son desventajosas se extinguen. Todo parece indicar que en el mundo de la subjetividad - en la mente- sucede algo muy parecido hasta tal punto que algunos autores han propuesto el termino "meme" para definir a aquellas ideas que se transmiten y operan del mismo modo que los genes. Lo nuevo aparece en un individuo concreto y tarda varias generaciones en manifestarse.
Tambien parece que a los dioses sin embargo les interesa mantener a los humanos en una cierta restricción. Cualquier nueva subjetividad siempre es arrancada a la divinidad después de una enorme aventura llena de peligros y castigos. Prometeo es el paradigma de aquel que se pone definitivamente de parte de los hombres en sus pendencias con Zeus. Los dioses están permanentemente desencantados con la humanidad, tanto Yahvé como Zeus aparecen con frecuencia ofendidos por el cariz que toman las cosas cuando los hombres van más allá de lo que seria de esperar. Los castigos son de proporciones apocalipticas, Babel, el diluvio universal, Sodoma y Gomorra o la guerra de Troya son ejemplos de las consecuencias que tienen para la humanidad el que los dioses intervengan en las cosas humanas. No hay que olvidar que la hybris, el mayor pecado para un griego era algo asi como la vanidad del que se compara o cree ser un Dios. En la mitología hebrea por ejemplo el mayor pecado no es tanto creerse Dios sino nombralo o representarlo en imágenes. Los hebreos fueron muy pronto conscientes de que la idea de Dios, para perdurar e interiorizarse, debia separarse de las imágenes y de los nombres (que son otra forma de representación), los hebreos pretendian librarse de esa manera de una idolatría múltiple que imposibilitaba la unidad politica. Es verdad que lo consiguieron aunque a costa de hacer al hombre más dependiente y más temeroso de su Dios, una condición ajena al mundo helénico donde hombres y dioses se relacionaban a través del sacrificio. Si las proteinas animales eran buenas para el hombre tambien deberian serlo para los dioses, asi razonaban los aqueos, un pacto que funcionó hasta el advenimiento del cristianismo y la caida del Imperio romano.
Desde entonces el sacrificio que era el método de relación entre los hombres y los dioses se transformó en el único sacrificio del hijo de Dios renovado en cada eucaristía. Una transformación para la conciencia humana en tanto que introdujo mediadores entre los hombres y Dios secuestrando aquella relación directa y casi familiar y sustituyéndola por un rito mediado por una casta de sacerdotes, los iniciados.

martes, 11 de septiembre de 2007

Minimización de daños (I)

En esta web dicen que la primera causa de mortalidad es España es el aborto:

Me ha hecho mucha gracia esa estadistica porque cuentan como muertos a los no natos, como a S. Ramón, vuelven con la historia de que el aborto es un asesinato, y que en España hay 80.000 abortos al año o sea 80.000 asesinos en serie, porque lo cierto es que las hay reincidentes sobre todo las mujeres inmigrantes de aquellos paises maravillosos que se llamaban comunistas. Alli no habia anticonceptivos, ni medidas educativas, ni dispositivos de orientación familiar, de manera que el aborto -aunque libre- era utilizado como mecanismo de anticoncepción que al Estado le salia mas barato, porque he dicho antes que era (es) libre pero no gratis. Asi yo conozco rumanas con 14 y 15 abortos a sus espaldas, la que menos 2 o 3.
Una de las cosas que es verdad es "que el aborto llama al aborto", eso es cierto, en España por ejemplo cada vez tenemos más abortos (mas de la mitad son inmigrantes) y además y curiosamente se distribuyen por CCAA de una forma muy curiosa, en aquellas comunidades donde el aborto es sufragado por la seguridad social (Andalucia, Valencia) hay más abortos que en aquellas otras donde hay que pagárselo (Cataluña) y es que tenemos un pais de lo más cohesionado, no me extraña que la selección española sufra para empatar con Islandia, porque el poder tiene un inmenso horror al vacio y cuando un sentimiento nacional se desvanece aparecen cuatro o cinco que le toman el relevo, asi Carod Rovira es el que ha tomado el relevo del Gran Capitan y por eso se entrevista con el Dalai Lama y no Aznar o Felipe Gonzalez.

Con los abortos pasa lo mismo que con las drogas: algo cambió en nuestra manera de pensar el fenómeno, cuando se inventó aquella máxima de la minimización del daño: "mire usted yo no sé si abortar es o no pecado pero vamos a ver si podemos reducir las muertes por abortos clandestinos", el que tuvo tal idea inauguró una medicina paliativa y comprensiva que no trataba ya de curar o adoctrinar sino de aliviar o prevenir los daños secundarios al uso y abuso de drogas y a los abortos en condiciones de cutrez. Este modo de pensar ha sufrido grandes varapalos pero sus éxitos son relevantes, ¿Cuantas mujeres mueren por un aborto en España? Pues mire usted ninguna. Hay quien preferiria que en España hubiera poquitos abortos pero eso si que fueran ilegales es decir clandestinos, de ese modo todos los años habría unas 200 mujeres que moririan en lugares sombrios o siniestros. ¿A cambio de qué? De preservar la moral, claro.

Es el caso de la metadona, un sustituto de la heroina que tardó mucho tiempo en implantarse en España debido a la resistencia del establishment, lo cierto es que la introducción de la metadona como tratamiento sustitutivo e incluso los programas de sustitución con heroina han dado buenos frutos. ¿Resultados? han modificado hábitos, han logrado alargar la vida de los toxicomanos y en muchos casos han conseguido apartar a los pacientes de la delincuencia.

El que tuvo la idea de convertir el tema del aborto en un problema de salud pública tuvo una gran idea, lo primero fue cambiarle el nombre, ahora se llama "interrupción voluntaria de embarazo" y se realiza en condiciones higienico-sanitarias perfectas, como cualquier otra intervención quirurgica
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Lo que no se ha resuelto aun es el tema legal y sobre todo el tema moral, dicen los opositores al aborto que abortar es asesinar a alguien. Como yo soy muy curioso me he permitido explorar este sentimiento en las mujeres que se someten a una interrupción voluntaria del embarazo y no me he encontrado este sentimiento en ninguna de ellas, (en ninguna!!!). ¿Si es un crimen por qué ellas no se sienten culpables", pues simplemente porque ellas no lo viven como un crimen, es decir su cerebro no lo computa de ese modo. Y ahora viene la pregunta del millón de dolares ¿Existe alguna instancia moral que pueda decir, imponer y exigir a quien asi no lo siente que el aborto es un crimen?
Yo creo que no, sólo creo en una ética individual y no en una multinacional de recetas morales aplicable por decreto a toda la población. El mundo ha cambiado y los registros morales de las personas han cambiado, si ellas dicen que abortar no es un crimen, no lo es. Otra cosa es que usted piense lo contrario, está en su derecho, yo por ser hombre no puedo saber cómo pensaría si fuera mujer, de manera que este tema es un asunto de ética individual y de garantias sanitarias.
Y es evidente que el aborto y la metadona han minimizado los daños ¿se acuerda alguien de la heroina de los 90 y de sus estragos, SIDA incluido? Tanto cambian los tiempos que ahora el debate ya no es aborto si o aborto no sino este otro ¿quién paga?
No crean ustedes que es una pregunta tonta, al fin y al cabo el embarazo no es una enfermedad y por tanto el aborto -aunque es un acto médico- no tendría porque ser cubierto por la sanidad pública, antes de eso habrá que arreglarles los dientes a toda la población, que este es un pais de desdentados.
Por ahi va a ir el debate del futuro y paradójicamente cuantos más abortos haya más va a acelerarse ese proceso restrictivo de las administraciones sanitarias, a lo mejor lo que no se consiguió via moral se consigue via económica, como en Cataluña.
Al fin y al cabo el amor es un invento de los catalanes, asi que cada cual a lo suyo.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Felación y filiación

Antropológicamente hablando la felación es una actividad de "pase adolescente" para ritualizar el linaje de una estirpe patriarcal. La felación es un invento de las sociedades patriarcales para afianzar los resortes filiativos entre padres e hijos, el hijo tiene que asimilar o impregnarse del principio masculino y lo toma del esperma no de su padre, sino de su tio paterno, que hace el papel de padre simbólico para liberar al padre real de esa tarea. Este ritual está muy extendido por las sociedades primitivas y ha sido estudiado por muchos antropólogos que están de acuerdo en vincularlo al desarrollo de las sociedades patriarcales y a la transmisión de la masculinidad. Y esto sucede por una razón.

¿Qué es una sociedad patriarcal?

Pues es aquella donde el linaje pasa de padres a hijos, es decir el parentesco está relacionado con el nombre (en nuestro caso el apellido) del padre.
Esto es una novedad en tiempo cronológico, porque antes de que los hombres cayeran en la cuenta de que cópula y fecundación eran la misma cosa, el linaje, es decir el parentesco sólo venia definido por la linea materna. Sin embargo la filiación paterna tiene una dificultad añadida para nuestro simbólico, ¿puede un hombre procrear (sólo) a otro hombre?
No, el hombre no puede procrear solo ni a niños ni a niñas, necesita el concurso de la mujer. Sin embargo el nombre de la madre, no tiene dificultades simbólicas, pues está ya en la naturaleza, lo natural es que de una mujer salgan niños y niñas, pero de un hombre no puede salir nada pues su papel en la fecundación es "un engendro lateral" y asi y todo este descubrimiento es bastante reciente. Esto significa una dificultad añadida, ¿donde inscribir pues la paternidad?
¿Dónde se escribe esa letra?
Pues sólo puede hacerse en lo simbólico, por eso decimos que la paternidad es una metáfora, (llevar una cosa de un sitio a otro) porque es consecutiva a las leyes de lo simbólico, no está en la naturaleza.
De lo que puede extraerse que la paternidad y la filiación precisan de un trabajo adicional a la maternidad que es algo que viene dado por si mismo. La paternidad es un hallazgo cultural, una ganancia simbólica.
No es de extrañar que de esta dificultad sucedan dos grupos de hechos:
-Los hombres cometen más incestos con sus hijas que las mujeres con sus hijos
-Los hombres tienen vinculos con sus hijos más débiles que las mujeres.
Es necesario pues un mayor aprendizaje social por parte de los varones.

¿Como resuelven este problema las tribus primitivas?

Pues a través de mecanismos de pase entre los cuales la felación al tio es junto con el aprendizaje del dolor el más común. De manera que la felación es una manera de incorporar masculinidad por parte del principiante que reconoce a través de este acto la superioridad del adulto y su dependencia y gratitud con respecto a él.
La práctica de la felación es muy frecuente en las sociedades avanzadas tanto en las parejas homosexuales como heterosexuales, pero detrás de su puesta en escena oral-genital se oculta ese trasfondo mitico e instrumenta y ciertamente ambigüo pues la felación puede ser realizada por un hombre o por una mujer indistintamente, la mujer-hombre felatriz debe identificarse con lo que al hombre-le-falta (de principio masculino) y el hombre debe identificarse con su pareja como mediadora entre él (su yo sexuado) y con su otro, su objeto A, es decir el otro absoluto de quien procede la sustancia masculina. Lo que quiero decir que en una felación hay además de lo que se ve otras dos escenas yuxtapuestas que no se ven y que son estas dos:
- el lugar que la mujer adopta en su imaginario con respecto al falo.
- el lugar que el hombre se situa respecto a su fantasma homosexual
La felación tiene pues muy poco de "relación sexual" en el sentido de genital y mucho de fantasma de indiferenciación.

¿Quién chupa qué y a quién en una felación?
El goce está pues una vez más del lado de la ambigüedad

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Mito, narrativa y salud mental