El pasado dia 1 de Mayo y a partir de unas cuantas casualidades comencé un nuevo proyecto. Se trata -como no- de un nuevo blog. En él pretendo explorar las relaciones que existen entre las enfermedades de la opulencia, conocidas como enfermedades de la postmodernidad y la hiperrealidad. A partir de algunas ideas extraidas de Baudrillard comencé a deshojar la margarita de la simulación, me pregunté ¿tiene algo que ver el mundo en que vivimos, con su plétora de estimulos procedentes de los medios de comunicación y las formas que el sufrimiento humano ha tomado desde los años 70 hacia aqui?
Es poco discutible que las enfermedades mentales y el sufrimiento mental son morfoplásticas y adoptan presentaciones distintas segun la cultura en las que se desarrollan. El contexto define los síntomas, moldea la presentación de la enfermedad y le adjudica un sentido cultural. Aunque las enfermedades sean las mismas su mascarada clínica cambia y aún: algunas enfermedades sólo pueden presentarse en determinados contextos. Existen enfermedades típicas de entornos carenciales y enfermedades que sólo se presentan en entornos opulentos, pongo por caso la anorexia mental, pero tambien podría hablar de los trastornos por impulsividad, la violencia anómica o la hipocondria social.
En ese blog que he titulado "La nodriza de las hadas y el Rey carmesí", exploraré el impacto de los estimulos de la publicidad, politicos, mediáticos y aquelos procedentes de las nuevas tecnologias como Internet sobre el psiquismo humano y cómo pueden haber permutado o modificado nuestro sentido de la abstracción o interferido en nuestro sentido de la realidad.
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