miércoles, 21 de febrero de 2007

Qué es una familia

Una de las organizaciones sociales más importantes y omnipresentes en todas las sociedades humanas y a través de todos los tiempos ha sido y es la familia: el lugar donde se articulan las conductas mas sublimes y mas siniestras de todas las que el individuo dará cuenta a lo largo de su vida. Podríamos definir a la familia como el grupo social que aglutina a sus miembros en función del parentesco, exceptuando a la propia pareja reproductora que no posee relación alguna de parentesco con el actor principal aunque es el eje sobre el que gira la danza de los próximos o parientes. Pero establecer y definir qué es un familia no es una cosa fácil ¿Es una familia la pareja sin hijos? ¿Y cuando existen distintos hijos conviviendo juntos en una misma unidad familiar, estamos entonces hablando de una familia o de dos? ¿Es una familia el grupo de convivencia que se articula en torno a la pareja homosexual?
Dar una definición de qué es una familia y por tanto qué no es la familia es una tarea tan difícil como definir un sexo. Dar una definición de lo que es un macho o una hembra y que alcance a todas la escala de organismo vivientes es tan complicado como definir a la familia , a pesar de que intuitivamente todos podamos tener una idea bastante realista de ella.
Personalmente me inclino por definirla como aquella situación de convivencia entre miembros de distintas generaciones, vinculados entre sí por alguna clase de parentesco y que guardan distintas clases de limites relacionados con el poder que cada uno de sus miembros o subsistemas ostentan en el seno de la misma. Otra definición que estaría relacionada con la anterior es que es familia:
1) aquella organización donde las distintas generaciones que la componen no se reproducen al mismo tiempo.
2) Aunque no están del todo exentos, la familia es aquella organización que se caracteriza, en relación con el resto de individuos que no la componen por una atenuación de las rivalidades sexuales, fundamentalmente entre los subsistemas parental y filial.
3) Y también la asimetría en la provisión de cuidados y aportes alimentarios, en el sentido de que el subsistema filial está exento de proporcionar tareas de aprovisionamiento de recursos de este tipo.
Una de las propiedades de la familia, es pues, la atenuación de conflictividades de tipo competitivo .que podemos esperar en nuestra relación con el resto de miembros que no son familiares o parientes, con la única excepción de aquella que se produce entre hermanos similar o semejante a la que se produce entre individuos no emparentados entre si. Dicho de otra manera, la competencia sólo aparecerá atenuada en la relación que los subsistemas familiares componen entre si, aunque es predecible que opere en los subsistemas fraternal o parental, padres o hermanos entre si..
Otra propiedad que procede de la asimetría es que en la familia los cuidados parecen operar de detrás a adelante: la preocupación de los padres por sus hijos es superior a la preocupación de los hijos por sus padres, tanto en lo que se refiere al aporte de recursos materiales, como emocionales y de cuidados de todo tipo.
Se ha señalado con razón que la familia es también la única organización social que opera a través de modelos antidemocráticos y antiigualitarios, en efecto en la familia existe un nepotismo y un favoritismo difícilmente asumible por cualquier otra organización social democrática.
¿Pero qué sería del mundo sin favoritismos? Si yo decidiera repartir la comida entre todos los hambrientos con independencia del vínculo que tengo con ellos, ¿quién me aseguraría que mis hijos recibirían un suplemento a sus necesidades? ¿ a quién se dirigirían mis hijos si yo fuera tan justo que repartiera mis bienes entre todos los necesitados?
De donde se deduce que la familia es un buen refugio para hacer frente a la competencia social del mundo no familiar y una de las razones por las que aun evolucionando y mudando de forma haya permanecido intacta como institución social.
Si la teoría del gen egoísta de Dawkins es cierta y comenzamos a admitir que las cosas son como son y que podemos mejorarlas sólo en la medida en que tengamos un mapa correcto de la realidad, tenemos que admitir que todos somos más complacientes, generosos y bienhechores con nuestros hijos que con el resto de la humanidad. Es de esperar, al fin y al cabo, con mis hijos comparto genes y secuencias de genes y con el resto de la humanidad muy poca cosa. Por la misma razón cuando sea injusto, mendaz, autoritario o incluso cruel mis hijos tiene más posibilidades que usted de sufrir las consecuencias. Es lógico a ellos les quiero y a ustedes en absoluto. Y les quiero porque son mios: es decir llevan mis genes.

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